¿Cómo se superan las barreras que impiden tomarse en serio el idioma ruso?

¿Sueñas con hablar ruso y de vez en cuando te sientas a estudiar, pero invariablemente lo dejas? ¿Lo intentas de nuevo después de un tiempo y lo dejas de nuevo? Llevas varios años intentándolo y, aunque hay esperanza en tu corazón, te dices a veces: “esto no es para mí”?

¿Le resulta familiar? Eso no significa que nunca vayas a tener éxito. Averigüemos qué barreras le impiden alcanzar su objetivo y cómo superarlas.

Aprender ruso no es difícil.

Nos han enseñado desde la infancia que si quieres algo, sólo puedes conseguirlo trabajando duro.

Por ello, mucha gente piensa que sólo unos pocos elegidos pueden dominar el ruso, que hay que tener aptitudes para los idiomas y que, si no se tiene esa capacidad, sólo hay una opción: trabajar duro.

Pero, ¿para qué quieres saber ruso? Apenas para que puedas trabajar duro y de forma rutinaria. Por el contrario, la mente pinta perspectivas brillantes, como viajes de negocios a países extranjeros, presencia en eventos interesantes, encuentro y comunicación con extranjeros. ¿Qué más? Basta con encender la televisión en la que hablan en un idioma extranjero y lo entiendes todo; coges cualquier texto en ruso y lo lees con gusto, sin tropezar con frases complicadas.

En otras palabras, tus verdaderos deseos no coinciden en absoluto con lo que intentas hacer.

Muchas personas piensan: “No estoy lo suficientemente motivado, llevo años intentándolo…”. No, en absoluto. Estás muy bien motivado, si no, ¿por qué sigues con esta idea a pesar de los muchos fracasos?

¿Cómo aprender ruso si se ha fracasado en el pasado?

Engancha con algo.

¿Te gusta charlar?

Deshazte de tu antigua cuenta española Crea una nueva cuenta, busca un sitio de intercambio de idiomas y empieza a chatear con hablantes nativos de ruso.

¿Le gusta ver películas o series de televisión?

Encuentre películas con pista en ruso y/o subtítulos.

Haz cosas que no sean demasiado difíciles para ti

¿Pasar de 30 minutos a varias horas en la carretera? ¿Esperando en una cola en algún sitio?

Instala un programa educativo en tu teléfono, o llévate un libro adaptado o de texto.

Si conduce, los audiolibros o las clases de audio en ruso pueden ayudarle.

¿Tienes la música puesta todo el tiempo?

Busca canciones de artistas extranjeros o pon la radio del país cuya lengua estás aprendiendo.

Puede parecer demasiado simple. Pero créeme, si en lugar de hacer largas pausas entre las lecciones “serias”, estudiaras de esta manera, tus habilidades lingüísticas estarían entre 1 y 2 niveles más altos de lo que están ahora.

Efectos positivos:

Radio, canciones, películas con subtítulos

El primer efecto que notarás es que no percibirás el discurso como algo coherente, sino que distinguirás palabras y frases individuales (cuando dicen “el discurso como música”, significa que no entienden el idioma en absoluto).

Verás una nueva palabra y ya sabrás cómo pronunciarla. ¿Alguna vez se ha preguntado por la pronunciación de una palabra desconocida? ¡Ahora habrá menos de esas palabras!

Su discurso será más preciso. Te darás cuenta de que ya sabes cómo decir ciertas cosas. Debería hacerlo, ya que lo ha escuchado muchas veces.

Hablar con hablantes nativos

Incluso si utiliza un diccionario para escribir mensajes y transcribir respuestas, pronto se dará cuenta de que ha memorizado frases comunes e incluso las palabras más habituales.

Descubrirás que cuando quieras decir algo, las palabras están ahí. Y esto es muy importante. Muchas personas pierden de vista esta habilidad, y como resultado, a menudo se acaba con una imagen de “lo que está escrito y dicho en voz alta, lo entiendo, pero no puedo decirlo yo mismo”.

Para que todas las habilidades lingüísticas se desarrollen por igual, tienes que practicar la expresión de tus pensamientos, y comunicarte en foros y chats te ayudará mucho.